Érase una vez algo que a todos nos ha pasado…
Nos metemos en el bosque pero esa vez decidimos probar un camino nuevo, el sendero que siempre has usado ya sabes a dónde lleva y quieres probar otros, al principio el nuevo camino que tomas es oscuro, no está marcado, puedes ver los ojos de las criaturas que te observan pero si te fijas bien, algunas miradas son la tuya propia.
Te encuentras con el lobo y ¿qué haces? No puedes correr, corre más que tú y conoce caminos que no alcanzas a ver, no puedes esconderte, porque ve cosas que tú no así que solo te queda una opción y no hay muchas oportunidades de que salga bien, pero te enfrentas y puede que con suerte hayas dado con un animal que tiene la seguridad y el alimento cubiertos y no necesita matar por diversión como esa especie de la que nos avergonzamos.
Te enseña todos esos caminos y cosas que no podías ver, nunca las hubieras visto de no haber elegido el otro camino…